Wednesday, June 30, 2010

Un rey con Apegos

Había una vez un rey que no era feliz y mando llamar a un sabio maestro el cual, después escucharlo, le dio este consejo: “Tienes muchos apegos, y en lugar de poseer, eres poseído. Si de verdad quieres ganar paz interior, deja de ser dueño de otros y de las cosas, y concentrarte en ser dueño de ti mismo”.

El rey le pregunto si debía dejar todo lo que tenía y el maestro le respondió:
“El secreto no consiste en escaparte o en quedarte, en tener o en no tener. Lo que necesitas es conocerte y ser libre en el amor”. De todos modos, con el tiempo, el rey dejo su palacio, sus posesiones y su cargo. Se despidió de sus seres queridos y viajo a otras tierras a vivir como un asceta. En un paraje solitario se acomodo en una cueva, y su sustento lo encontraba en la naturaleza. Meditaba a diario y su acción favorita era sentarse sobre un tronco añoso, al lado del rió, mientras escuchaba la sinfonía del agua.

Cierto día pasó por allí un caminante extraviado y se sentó sobre el tronco a descansar. Cuando el rey regreso del bosque y lo vio allí se enfureció y le dijo: “ Quítate de ahí, ese asiento es mió!”. La lección de esta historia se puede resumir en estas palabras:

El rey se había despegado de sus riquezas y estaba apegado a su pobreza


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