Monday, June 27, 2011

DEMACIADO TARDE

Cuando llegue a casa esa noche mientras mi esposa servía la cena, la tome de la mano y le dije: tengo algo que decirte. Solo se sentó a comer en silencio. Yo podía observar el dolor en sus ojos. 
De pronto ya no sabía cómo abrir mi boca. Pero tenía que decirle lo que pensaba. Quiero el divorcio……le dije lo más suave que pude.

Mis palabras parecieron no molestarle. Al contrario, muy tranquilamente me pregunto, ¿por qué? 

Evite su pregunta con mi silencio, esto le hizo enfurecer. Tiro los utensilios y me grito, ¡no pareces hombre! Esa noche, ya no hablamos más. Ella lloraba en silencio. Yo sabía que quería saber que le había pasado a nuestro matrimonio. Pero yo no hubiera podido darle una respuesta satisfactoria.

Mi corazón ahora le pertenecía a Eloísa. Ya no la amaba, solo me daba lástima. 

Con un gran sentido de culpa, redacte un acuerdo de divorcio en el que le daba nuestra casa, nuestro auto y un 30% de las acciones de mi empresa 

Después de leerlo ella lo rompió en pedazos. La mujer que había estado diez años de su vida conmigo ahora era una extraña. Me sentí mal por todo ese tiempo y energía que desperdicio conmigo.
Todo eso que yo nunca le podría reponer. Pero ahora ya no había marcha atrás, yo amaba a Eloísa.

Por fin mi esposa soltó el llanto frente a mí, eso era lo que yo esperaba desde el principio. Verla llorar me tranquilizaba un poco, ya que la idea del divorcio que me preocupaba tanto ahora era más clara que nunca. El siguiente día, llegue a casa muy tarde y ella estaba en la mesa escribiendo algo. Yo no había cenado, había pasado un día muy intenso con Eloísa y tenía más sueño que hambre y mejor me retire a dormir.

Desperté en la madrugada, ella todavía estaba escribiendo. La verdad no me importo y solo me acomode de nuevo en cama y seguí durmiendo. 
 En la mañana me presento sus condiciones para aceptar divorciarse: No quería nada de mí, pero necesitaba un mes antes de firmar el divorcio, me pidió que en ese mes tratáramos de vivir una vida lo más normal posible. Sus razones eran simples: nuestro hijo tenía unos exámenes muy importantes en este mes y no lo quería mortificar con la noticia del matrimonio frustrado de sus padres. 

 Esto era algo en lo que yo también estaba de acuerdo. Pero había más, me pidió que me acordara como la cargue el día de nuestra boda.
Quería que cada día de este mes, la cargara de nuestro cuarto hasta la puerta de la casa……. pensé que se estaba volviendo loca.
Pero decidí aceptar este raro requisito con tal de que este mes pasara sin más peleas o malos momentos. 

Le platique a Eloísa de las condiciones que puso mi esposa……se rio bastante y pensó que era muy absurdo. Dijo en tono burlón: no importa los trucos que se invente, tiene que aceptar la realidad que se van a divorciar.

Desde que le exprese mis intenciones de divorcio mi esposa y yo no teníamos ningún contacto íntimo. El primer día que la cargue se me hizo un poco difícil. Nuestro hijo nos vio y aplaudió de felicidad al vernos y dijo, papa me da gusto que quieras mucho a mi mama. Sus palabras me causaron un poco de dolor. Desde nuestra habitación hasta la puerta de enfrente camine como diez metros con ella en mis brazos. Ella cerró sus ojos y me dijo al oído que no le dijera al niño del divorcio. Me sentí muy incomodo, la baje y ella camino a tomar el autobús para ir a trabajar.

Yo maneje solo a mi trabajo. El segundo día fue un poco más fácil. Ella se recargo ligeramente en mi pecho. Podía oler la fragancia de su blusa. Me di cuenta que desde hace tiempo no le había puesto mucha atención a esta mujer. Me di cuenta que ya no era tan joven, había un poco de arrugas en su cara, su pelo ya mostraba canas. Ese era el precio de nuestro matrimonio. Por un minuto me pregunte que si yo era el responsable de esto.

Al cuarto día, cuando la cargue. Sentí que regresaba un poco de intimidad. Esta era la mujer que me había dado diez años de su vida. 

El quinto y sexto día, me di cuenta que el sentimiento crecía otra vez. No le platique nada de esto a Eloísa. Conforme los días pasaban se me hacia mas fácil cargarla. Quizás el ejercicio de hacerlo me estaba haciendo más fuerte.
Una mañana la vi que estaba buscando un vestido para ponerse, pero no encontraba nada que le quedaba. Solo suspiro y dijo, todos mis vestidos me quedan grandes. Es ahí donde me di cuenta que por eso se me hacía muy fácil cargarla. Estaba perdiendo mucho peso, estaba muy pero muy delgada. 


De repente entendí la razón……estaba sumergida en tanto dolor y amargura en su corazón. Inconscientemente le toque la frente. 

Nuestro hijo entro en ese momento y dijo, Papá es tiempo que cargues a mamá.
El ver a su papá cargar a su mamá todos los días se le había hecho costumbre. Mi esposa le dio un fuerte abrazo. Yo mejor mire hacia otro lado por temor a que esta conmovedora imagen me hiciera cambiar de planes. Entonces la cargue, y empecé a caminar hacia la puerta, su mano acaricio mi cuello, y yo la apreté fuerte con mis brazos, justo como el día que nos casamos. 


Pero su estado físico me causo tristeza. Ese día, cuando la cargue sentí que no me podía ni mover. Nuestro hijo ya se había ido a la escuela.
La abrasé fuerte y le dije, nunca me di cuenta que a nuestra vida le hacía falta algo así. Me fui a trabajar…..salte fuera de mi auto sin poner llave a la puerta. Temía que cualquier momento podría cambiar de opinión…..subí las escaleras, Eloísa abrió la puerta y le dije, Lo siento mucho pero ya no me voy a divorciar. No podía creer lo que le estaba diciendo, hasta me toco la frente y me pregunto si tenía fiebre.

Quite su mano de mi frente y le dije de nuevo. Lo siento Eloísa, ya no me voy a divorciar. Mi matrimonio era muy aburrido porque ni ella ni yo supimos apreciar los pequeños detalles de nuestras vidas. No porque ya no nos amaramos.

Ahora me doy cuenta que cuando nos casamos y la cargue por primera vez esa responsabilidad es mía hasta que la muerte nos separe.
Eloísa en este momento salió del shock y me dio una fuerte bofetada, y llorando cerro su puerta. Corriendo baje las escaleras y me fui de ahí.

Pare en una florería, ordene un bonito ramo para mi esposa. La chica me pregunto que le ponía a la tarjeta. Sonreí y escribí, ” siempre te llevare en mis brazos hasta que la muerte nos separe”.
Esa noche cuando llegue a casa, con las flores en mis manos y una sonrisa en mi cara, subí a nuestro cuarto……..solo para encontrar a mi esposa en su cama…..Muerta .

Los pequeños detalles es lo que de verdad importa en una relación. No la mansión, el carro, propiedades o dinero en el banco. Estos crean un falso sentido de felicidad que no lo es todo. Mejor encuentra tiempo para ser el amigo de tu esposo o esposa, y tómense todo el tiempo necesario con esos pequeños detalles que hacen la diferencia. Que tengan un feliz matrimonio

Friday, June 24, 2011

La Historia de Herbert

En una cena de beneficencia para una escuela de niños con capacidades especiales, el padre de un estudiante pronunció un discurso que nunca Será olvidado por las personas que lo escucharon.
Después de felicitar y exaltar a la escuela y a todos los que trabajan En ella, este padre hizo una pregunta: “Cuando no hay agentes externos que interfieran con la naturaleza, el orden natural de las cosas alcanza la perfección.
Pero mi hijo, Herbert, no puede aprender como otros niños lo hacen.
No puede entender las cosas como otros niños. ¿Donde está el orden Natural de las cosas en mi hijo?
La audiencia quedó impactada por la pregunta.
El padre del niño Continuó diciendo: “Yo creo que cuando un niño como Herbert, física y mentalmente discapacitado viene al mundo, una oportunidad de ver la naturaleza humana se presenta, y se manifiesta en la forma en la que otras personas tratan a ese niño”.
Entonces contó que un día caminaba con su hijo Herbert cerca de un parque donde algunos niños jugaban baseball. Herbert le pregunto a su padre:
“¿Crees que me dejen jugar?”
Su padre sabia que a la mayoría de los Niños nos les gustaría que alguien como Herbert jugara en su equipo, pero el padre también entendió que si le permitían jugar a su hijo, le darían un Sentido de pertenencia muy necesario y la confianza de ser aceptado por otros a pesar de sus habilidad especiales.
El padre de Herbert se acercó a uno de los niños que estaban jugando y le preguntó (sin esperar mucho) si Herbert podría jugar.
El niño miró alrededor por alguien que lo aconsejara y le dijo: Estamos perdiendo por seis carreras y el juego esta en la octava entrada.
Supongo que puede unirse a nuestro equipo y trataremos de ponerlo al bate en la novena entrada”.
Herbert se desplazó con dificultad hasta la banca y con una amplia sonrisa, se puso la camisa del equipo mientras su padre lo contemplaba con lagrimas en los ojos por la emoción.
Los otros niños vieron la felicidad del padre cuando su hijo era aceptado.
Al final de la octava entrada, el equipo de Herbert logró anotar algunas carreras pero aun estaban detrás en el marcador por tres.
Al inicio de la novena entrada, Herbert se puso un guante y jugo en el jardín derecho.
Aunque ninguna pelota llego a Herbert, estaba obviamente extasiado solo por estar en el juego y en el campo, sonriendo de oreja a oreja mientras su padre lo animaba desde las graderías.
Al final de la novena entrada, el equipo de Herbert anotó de nuevo.
Ahora con dos “out” y las bases llenas la carrera para obtener el triunfo era una posibilidad y Herbert era el siguiente en batear.
Con esta oportunidad, ¿dejarían a Herbert batear y renunciar a la posibilidad de ganar el juego? Sorprendentemente, Herbert estaba al bate.
Todos sabían que un solo “hit” era imposible por que Herbert no sabia ni como agarrar el bate correctamente, mucho menos pegarle a la bola.
Sin embargo, mientras Herbert se paraba sobre la base, el “pitcher”, reconoció que el otro equipo estaba dispuesto a perder para permitirle a Herbert un gran momento en su vida, se movió unos pasos al frente y tiro la bola muy suavemente para que Herbert pudiera al menos hacer contacto con ella.
El primer tiro llegó y Herbert abanicó torpemente y falló.
El “pitcher” de nuevo se adelanto unos pasos para tirar la bola suavemente hacia el bateador.
Cuando el tiro se realizó Herbert abanicó y golpeó la bola suavemente justo enfrente del “pitcher”.
El juego podría haber terminado. El “pitcher” podría haber recogido la bola y haberla tirado a primera base.
Herbert hubiera quedado fuera y habría sido el final del juego. Pero, el “pitcher” tiró la bola sobre la cabeza del niño en primera base, fuera del alcance del resto de sus compañeros de equipo. Todos desde las graderías y los jugadores de ambos equipos empezaron a gritar Herbert corre a primera base, corre a primera” nunca en su vida Herbert había corrido esa distancia, pero logró llegar a primera base. Corrió justo sobre la línea, con los ojos muy abiertos y sobresaltados.
Todos gritaban, “¡Corre a segunda!” recobrando el aliento, Herbert con dificultad corrió hacia la segunda base.
Para el momento en que Herbert llegó a segunda base el niño del jardín derecho tenía la bola… el niño más pequeño en el equipo y que sabía que tenía la oportunidad de ser el héroe del día.
El podía haber tirado la bola a segunda base, pero entendió las intenciones del “pitcher” y tiró la bola alta, sobre la cabeza del niño en tercera base.
Herbert corrió a tercera base mientras que los corredores delante de él hicieron un círculo alrededor de la base.
Cuando Herbert llegó a tercera, los niños de ambos equipos, y los espectadores, estaban de pie gritando “¡corre a “home”! corre”.
Herbert corrió al “home”, se paró en la base y fue vitoreado como el héroe que bateó el “grand slam” y ganó el juego para su equipo. “Ese día”, dijo el padre con lagrimas bajando por su rostro, “los niños de ambos equipos ayudaron dándole a este mundo un trozo de verdadero amor y humanismo”.
Herbert no sobrevivió otro verano.

Murió ese invierno, sin olvidar nunca haber sido el héroe y haber hecho a su padre muy feliz, haber llegado a casa y ver a su madre llorando de felicidad y ¡abrazando a su héroe del día!

Thursday, June 23, 2011

Un Estado de Actitud

Cecilia se queja todo el tiempo de que no gana suficiente dinero, de que no puede comprar lo que desea y que jamás podrá conseguir nada. Un consejero le dijo:
_Estás desperdiciando tu energía en quejarte en lugar de usarla para avanzar.
-No comprendes... Mi empleo es el problema, no yo -replicó ella.
-Tu empleo mal pago puedes ser un problema y puede ser que tu jefe sea demasiado exigente, pero si siempre estás tan disconforme, te causas un daño mayor del que puedas causarte el trabajo o tu jefe.
-¿Y qué puedo hacer yo? -quiso saber ella.
- No puedes controlar el trabajo ni a tu jefe pero sí puedes controlar tus sentimientos respecto de ellos. Modifica tu actitud -respondió el consejero.
Cecilia aceptó el consejo. Cuando dejó de lamentarse de la vida, la gente a su alrededor lo notó de inmediato. Consiguió un ascenso y su nuevo puesto le generó mejores posibilidades. De ahí que en pocos meses la transfirieron a otro departamento con un sueldo mayor y un jefe que le brindaba todo su apoyo.
Lo que consideramos horrible es un estado de actitud.

Un cambio de actitud ¡cambiará el estado de las cosas!

Si sostiene que las cosas pueden salir mal, posiblemente sea un profeta.


Te has enredado con las palabras de tu boca y has quedado atrapado en los dichos de tus labios.

Wednesday, June 22, 2011

¿Vale la pena vivir la vida?

“Si se pudiera proteger a los acantilados de las tormentas, nunca podría admirarse la belleza de sus quebradas” Elizabet Kübler
Muchas veces hemos sentido que la vida no vale la pena vivirla. En un caso extremo, escuché en la radio a una mujer que decía: “No quiero tener hijos, porque solo se viene a este mundo a sufrir. Y quiero ahorrarles ese sufrimiento”.
Pero… ¿Realmente la vida es así? ¿O nosotros la hacemos así?
Lo que realmente te hace sufrir, no es la vida en sí… son tus expectativas respecto a cómo debería ser el mundo o cómo debería actuar tal persona.
Por ejemplo, cuando te enojas con tu pareja porque no llegó a tiempo o no te expresa su amor como a ti te gustaría que lo hiciera.
Entonces, lo que te daña no es tu pareja… son tus pensamientos y emociones con respecto a cómo debería actuar tu pareja, de acuerdo a la etiqueta del hombre o mujer perfecto que tienes.
Si sufres porque la vida es cruel… es porque tienes un concepto equivocado de lo que realmente es. Crees que en la vida todo debería ser felicidad.
Imagínate que piensas que un bosque debe ser con puras rosas, ríos limpios, venados corriendo, un sol reluciente y una suave lluvia.
Pero cuando vas a uno ¡Oh sorpresa! También hay insectos, serpientes… y la lluvia ¡es un diluvio!
Imagínate sufriendo porque lo encontraste así y diciéndote “No vale la pena estar en un bosque, es horrible: serpientes, bichos ¡que horror!” ¿No tiene sentido verdad?
En el fondo sabes que así es un bosque. No como tú pensabas que era. Lo que puedes hacer, es estar alerta contra las serpientes. También, cubrirte para que la lluvia no te moje.
Y disfrutar las rosas que veas y los venados.
Simplemente aceptas la naturaleza como es y no te lamentas. Te adaptas a ella.
En la vida, es igual. Cuando la vemos como un paquete completo, en el que hay amor, muerte, instantes imborrables y fracasos dolorosos, la aceptas como es.
A partir de esa aceptación, puedes adaptarte a ella. Pregúntate que capacidad dormida en ti, necesita salir a flote cuando te enfrentes a un nuevo desafío.
Por ejemplo, yo de niño no sabía bailar salsa. La necesidad de gustarle a las niñas me hizo aprender ¡Ahora he llegado hasta dar clases de baile!
Me daba miedo hablar en público. Era muy tímido. La necesidad y las circunstancias me obligaron ha hablar en público ¡Ahora soy conferencista! Imagínate cuantas capacidades dormidas en mí, se han despertado por la necesidad.
Siempre pregúntate ¿Qué capacidades dormidas en mi tienen que salir a flote con este desafío?
El dolor y las derrotas son una gran oportunidad para replantearnos como estamos viviendo la vida. Te confieso que acostumbro caminar cerca de los bosques, lejos de la gente, cuando las tormentas de la vida hacen que se me pongan las cosas difíciles.
Anclarme dentro del ruido cotidiano cerca de la naturaleza, dándome un breve espacio para reflexionar acerca de mis desafíos actuales y replantearme nuevas metas, ha sido invaluable para mi.
Si no, ya me habría vuelto loco.
Te recomiendo que hagas lo mismo. Busca un espacio diario de reflexión.
Todos somos producto de nuestras reacciones ante los retos. Somos hermosas quebradas hechas por las tormentas de la vida.
“Un guerrero acepta su suerte, sea cual sea, y la acepta con total humildad. Se acepta a sí mismo con humildad, tal como es; no como base para lamentarse, sino como un desafío vital”
Juan Castaneda
Tus circunstancias acéptalas como son, y pregúntate “¿Qué puedo hacer al respecto?” Te sorprenderá como a mí lo sencillo que es solucionar un problema, una vez que dejes de pensar en el y te enfoques en resolverlo.
Generalmente, las mejores oportunidades de nuestra vida, vienen disfrazadas de problemas.
No importa cuales sean estos. Siempre existe una solución.
Así que ¡ha disfrutar la vida se ha dicho!
Suerte

Tuesday, June 21, 2011

NUESTRO MATRIMONIO SE VOLVIO UNA RUTINA?

La rutina en el matrimonio es una actitud lamentablemente muy común en muchos matrimonios hoy en día. Es una especie de adormecimiento de la relación conyugal.
La ajetreada vida moderna, el estrés, los compromisos sociales, tantas noticias y tantas cosas que estimulan tu pensamiento, hace que muchas personas caigan en una rutina de vida.
Muchas personas simplemente existen; trabajan, estudian, corren, compran, viajan, pero su vida es una vacía rutina.
La rutina es una manera tediosa y vacía de vivir y tiene mucho que ver con el egoísmo. Cada quien se concentra en sus propias actividades y descuida la actividad más importante de la vida: relacionarse bien con su familia. No toman en cuenta la opinión o el interés del otro en algún tema específico.
La rutina hace que te olvides de los detalles que mantienen viva una relación. Por ejemplo nos olvidamos de prepararle un desayuno especial a nuestro cónyuge de vez en cuando. Nos olvidamos de decirle a nuestro cónyuge cuanto le amamos y cuán importante es para nosotros. Los hombres nos olvidamos de traerle unas flores a la esposa, o alguna muestra de afecto. Las mujeres se olvidan de acariciar a su esposo.
Una de las áreas mas afectadas por la rutina es el área sexual. Cuando la rutina afecta esta área, se lesionan las emociones del matrimonio y la pareja tiende a separarse emocionalmente.
Para vencer la rutina, deben tomarse decisiones radicales que los saquen de ese aburrido medio de vida. Una de nuestras primeras sugerencias es que tomen la decisión de sacar un día a la semana para la pareja. Hagan que para esa noche les cuiden los niños y la pareja haga una cita a cenar, a caminar por un parque, a compartir unas horas en la noche solamente para ellos dos. Debe ser planificada con detalles y sorpresas bonitas. Es una noche con fines románticos.
Los hombres vuelvan a ser románticos con su esposa, tenga detalles con ella, exactamente como cuando la conquistó. Las mujeres pónganse lindas, arréglense para su esposo, prepárenle esa comida que a él le gusta. Ambos, procuren acciones de amor a favor del otro, para incentivar la llama del amor y vencer la rutina.
Vencer la rutina trae muchos beneficios al matrimonio y la familia. Traerá gozo a la relación, estimulará el buen trato, mantiene la llama de la pasión viva, trae mejor salud al cuerpo.
Si tu matrimonio sufre de rutina, habla con tu cónyuge hoy mismo y decidan tomar decisiones de cambio para volver a poner la relación en un plano de gozo y alegría.

Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO!

Monday, June 20, 2011

Llevénme al Cementerio

Un sabio maestro se encontró frente a un grupo de jóvenes que se declaraban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando éste se apaga en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio.

El maestro les escuchó con atención y después les relató un testimonio personal:

- Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno cuando sufrió un infarto y cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, condujo hasta el hospital mientras su corazón se despedazaba en profunda agonía. Cuando llegó, por desgracia, ella ya había fallecido.

Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas. Él pidió a mi hermano teólogo que dijera alguna reflexión sobre la muerte y la eternidad. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte. Mi padre escuchaba con gran atención. De pronto pidió "llévenme al cementerio".

"Papá" , respondimos: ¡Son las 11 de la noche! No podemos ir al cementerio ahora! Alzó la voz y con una mirada vidriosa dijo: "No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años". Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador y, con una linterna llegamos a la lápida.

Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos:

"Fueron 55 buenos años...¿saben?. ¡Nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así!. Hizo una pausa y se limpió la cara. Ella y yo estuvimos juntos en todo. Alegrías y penas. Cuando nacieron ustedes, cuando me echaron de mi trabajo, cuando ustedes enfermaban, continuó: Siempre estuvimos juntos. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos, rezamos juntos en la sala de espera de muchos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos y perdonamos nuestras faltas... hijos, ahora se ha ido y estoy contento, ¿saben por qué?, porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera..."

Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lágrimas. Lo abrazamos y él nos consoló:

-Todo está bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día. Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo y no tiene que ver con el erotismo. Más bien es una comunión de corazones que es posible porque somos imagen de Dios. Es una alianza que va mucho mas allá de los sentidos y es capaz de sufrir y negarse cualquier cosa por el otro.

Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron debatirle. Ese tipo de amor les superaba en grande.
Pero, aunque no tuviesen la valentía de aceptarlo de inmediato, podían presentir que estaban ante el amor verdadero.

El maestro les había dado la lección mas importante de sus vidas.


Friday, June 17, 2011

EL ABRASO (Papa)

El amor cura a la gente -tanto al que lo da, como al que lo recibe. La piel de mi papá estaba floja y de un color cenizo. Estaba conectado a monitores y tubos intravenosos en la unidad de cuidado intensivo del hospital. Normalmente un hombre de composición física robusta, había perdido más de 20 kilos.
La enfermedad de mi padre había sido diagnosticada como cáncer en el páncreas, una de las formas más malignas de esta enfermedad. Los doctores estaban haciendo todo lo que podían, pero nos dijeron que tenía de tres a seis meses de vida. El cáncer en el páncreas no cede a la terapia de radiación ó a la quimioterapia, así que ofrecían muy pocas esperanzas.
Unos días después, cuando mi papá estaba sentado en la cama, me acerqué y le dije "Papá, siento mucho lo que te ha pasado. Me ha ayudado a observar las formas en que he mantenido mi distancia de ti, y sentir cuánto te amo realmente."
Me acerqué para darle un abrazo, pero sus hombros y sus brazos se pusieron tensos.
"Vamos, papá, realmente quiero abrazarte". Por un momento pareció sorprendido. Mostrar afecto no era nuestra manera habitual de relacionarnos. Le pedí que se sentara un poco más derecho, para poder poner mis brazos alrededor de él. Entonces volví a intentar. Esta vez, sin embargo, estaba aún más tenso. Pude sentir el viejo rencor empezando a crecer de nuevo, y pensé : "No necesito esto. Si quieres morir y dejarme con la misma frialdad de siempre, adelante.”
Por años utilicé cada suceso de la resistencia y frialdad de mi padre para culparlo, resentirlo y justificándome: "Ves, no le importa".
Ahora, sin embargo, volví a pensar y me di cuenta de que el abrazo era por mi propio bien, así como por el de él. Quería expresar cuánto me interesaba por su persona, sin importar qué tan difícil era, para él, dejarme llegar.
Mi padre siempre fue muy orientado a los negocios y al deber; en su infancia, sus padres debieron enseñarle a callar sus sentimientos para poder ser hombre.


Solté las ganas (de mucho tiempo) de culparlo por nuestra distancia, y me encontré ante el reto de brindarle más amor. Dije: "Vamos, papá, pon tus brazos alrededor mío". Me acerqué aún más hacia él, al borde de la cama, con sus brazos a mi alrededor. "Ahora aprieta. Eso es. Ahora de nuevo, aprieta. ¡Muy bien!"
De cierta manera le estaba enseñando cómo abrazar, y al tiempo que me abrazaba, algo sucedió. Por un instante, surgió una sensación de "Te Amo". Durante años nuestro saludo había sido un frío y formal apretón de manos que dice "Hola, ¿cómo estás?"
Ahora, tanto él como yo esperábamos que esa cercanía momentánea volviese a suceder. Pero, justo en el momento en que él empezaba a disfrutar el sentimiento de amor, algo se tensionaba en su torso, y nuestro abrazo se volvía raro e incómodo.
Pasaron meses antes que su rigidez cediera, y fuera capaz de dejar que sus emociones surgieran y me las transmitiera en ese abrazo. Fui la fuente de muchos abrazos antes de que mi padre iniciara un abrazo por su cuenta. No lo culpaba, lo apoyaba; después de todo, estaba cambiando los hábitos de toda la vida -y eso necesita tiempo.
Cerca de los doscientos abrazos, espontáneamente dijo, por primera vez en mi vida, "Te Amo".

Thursday, June 16, 2011

Que hacen los buenos padres con sus hijos

Los buenos padres no le dan a su hijo todo lo que necesita,
Le enseñan que él es capaz de conseguir lo que quiere.

Los buenos padres no buscan hacer feliz a su hijo,
Le enseñan que la felicidad depende de cada uno.

Los buenos padres no le dan oportunidades a su hijo,
Le enseñan a buscarlas, a crearlas y a aprovecharlas.


Los buenos padres no le dan a su hijo lo mejor para que sea feliz,
Le enseñan a disfrutar y a encontrar lo mejor, aún en lo más sencillo.

Los buenos padres no le enseñan a su hijo a superar siempre a los demás,
Le enseñan a superarse a sí mismo.

Los buenos padres no le enseñan a su hijo a decir todo lo que piensa,
Le enseñan que lo que pensamos no es la verdad absoluta y que debemos
>ser cautelosos al expresar nuestras opiniones, teniendo en cuenta los
sentimientos de los demás.

Los buenos padres no le resuelven los problemas a su hijo,
Le enseñan a asumir responsabilidad y a aprender de sus errores.

Los buenos padres no le enseñan a sus hijos a evitar los fracasos,
Le muestran que el fracaso es parte del camino hacia el éxito.

Los buenos padres no convencen a su hijo de su importancia en la sociedad,
Le enseñan que sirviendo se volverá importante para ella.

Los buenos padres no le enseñan a su hijo a ser crítico y resentido ante las injusticias,
Le enseñan a contribuir en paz y a construir la justicia.


Wednesday, June 15, 2011

Los niños aprenden de lo que viven.

Sabías, que somos responsables de lo que nuestros hijos creen de sí mismos, y que esto empieza desde el momento en que nacen?.
.Los niños creen 100% en sus padres, y son su figura #1 a imitar, para ellos papá y mamá son lo MÁXIMO, hasta que nosotros mismos les demostramos lo contrario. Y es que son seres tan frágiles que con sólo una de tus palabras, o una acción involuntaria tuya, pueden lastimar su corazoncito.
.Has visto a tu hijo (a) llorar con tanto sentimiento sin razón, por algo que paso contigo, que hasta el aire les falta, y no has querido llorar con ellos?, y aunque lo abraces y acaricies, podrás detener su llanto, pero no el dolor que hay en su corazón.
.Las palabras y acciones tuyas pueden destruir el futuro de tu hijo, él será quien le dijiste que es, si le has dicho que es un campeón, entonces será un campeón, pero si por lo contrario cuando derramó la leche o quebró un vaso, le dijiste ?inútil?, has creado en él un sentimiento de fracaso que si no lo detienes a tiempo, tu hijo empezará a fracasar en todo.
.Los niños aprenden 100% lo que viven, lo que ven, lo que les dicen, y eso es lo que ellos demostrarán a los demás, si tu hijo se siente amado, aunque tú no estes a su lado, se sentirá seguro porque sabe que sus papás lo aman y están ahí, aunque no esten presentes. Esto se logra diciéndoselo, abrazándolo, besándolo, y demostrándoselo en todo y cuanto hace.
.Has visto a un niño de 3 años, cuando hace cualquier cosa insignificante para uno, como pararse en un pie y decirte mami mira, él espera ver tu reacción, si en lugar de alabar su maroma lo regañas y le dices que estas ocupado, nunca más te ensenará una maroma por simple que sea, si por el contrario lo felicitas y le dices ?Wao!, verás que te seguirá mostrando sus hazañas, que aunque para tí sean simples, para él es uno de los mayores descubrimientos y que a la vez está desarrollando su capacidad motora.
.Quieres darte cuenta si en tu casa hablan a gritos?, escucha como habla tu hijo, si habla a gritos es porque no le estas prestando la atención necesaria y esa es su manera de lograrlo o que esta acostumbrado a un ambiente hostil.
En cambio si vez que tu hijo te llama la atención cuando subes el tono de voz con tu pareja o hacia ellos, quiere decir que no esta acostumbrado a esto, y le desequilibras su entorno.
.Quieres entonces que tu hijo sea un triunfador y sobre todo un niño FELIZ?, pues lo será siempre que tú estes ahí para ayudarle a limpiar la leche cuando la bote, para recoger los vasos rotos, para alabar sus maromas y hazañas, para secar sus lágrimas cuando se crea por vencido, para animarle a continuar y a terminar lo que ha empezado, para decirle que lo amas y que es el mejor regalo que Dios te ha dado, entonces sólo así tu hijo podrá decir, soy lo que soy, gracias a quien me lo enseñó y podrá salir adelante en las situaciones que se le presenten por más difíciles que sean..
.Te invito a que esta noche, vayas a la cama de tu hijo(a), y mires lo indefenso que es, y sientas la paz que te transmite cuando esta dormido(a), y ahí frente a su cama, pregúntate, ¿Qué está aprendiendo mi hijo(a) de mí?, y ora de la siguiente manera:
.Agradece a Dios por tu hijo(a), por este regalo precioso que te ha dado, sea en las circunstancias que fueran, es un regalo de Dios para tí.
Pide perdón a tu hijo(a) por cada palabra y acción que lo hirió, y pídele a Dios que sea Él quien te guíe de ahora en adelante.

A partir de ahora, recuerda que todo lo que tu hijo aprende, es lo que vive y que tu eres responsable en gran parte de esto. Y tu hijo enseñara a sus hijos lo que el aprendió.

Esta en tus manos.

Señor, gracias por mi hijo (a), gracias por que Tú lo tejiste en el vientre, porque Tú me has dado este regalo tan grande, pido que me des sabiduría para guiarlo por el camino correcto. Enséñame a amarlo tanto como Tú me amas, y enséñame cómo ser el padre que tú quieres que yo sea. En tu altar lo entrego y pido que tu hagas con él tu perfecta voluntad.


Tuesday, June 14, 2011

El Resentimiento En El Matrimonio

El resentimiento por cosas pasadas que no se han sanado puede destruir un matrimonio.
Hay muchos matrimonios que están viviendo consecuencias de errores del pasado que generaron resentimientos y no las han sanado.
Todos nosotros como seres humanos cometemos errores de muchas clases que generan consecuencias dolorosas. Cuando cometemos esos errores con nuestro cónyuge, el matrimonio sufre como relación. Ahora, si hay perdón con arrepentimiento, entonces las consecuencias pueden ser minimizadas.
Pero cuando se guarda un resentimiento y no se sana, entonces se va desarrollando y se puede convertir en una raíz de amargura que es como un veneno que va a dañando las relaciones del matrimonio y toda la familia.

Cuando en un matrimonio hay resentimiento no sanado por situaciones vividas en el pasado, la relación se estanca y se va deteriorando y puede llegar un momento en que sientan hasta odio. La única salida al resentimiento es sacar a la luz el problema, hablar sinceramente de los sentimientos y tomar la decisión de perdonar y dejar el pasado.
Recuerden que el pasado nunca va a resolver los problemas, pero pedir perdón y perdonar si puede hacer diferente el futuro.
Frecuentemente, es necesario buscar ayuda con calificados y capacitados en el tema de matrimonios y familia para que les puedan ayudar a superar los conflictos y a perdonarse sinceramente.

"Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas, porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas"

Escucha Dios nos manda a tomar la decisión de perdonar incondicionalmente, para que EL nos perdone igual. El perdón sincero con arrepentimiento del que lo pide y la actitud sabia del que lo otorga, activa el perdón de Dios en nuestras vidas y las bendiciones para nosotros y nuestras familias. Perdonar muchas veces no es fácil, pero es un mandato de Dios que nos conviene y nos trae paz a nuestras vidas.


Si ha habido situaciones dolorosas del pasado en tu vida, toma la decisión de ponerlas a los pies de Dios y toma la decisión de obedecer su palabra. El te llenará de paz y convertirá cualquier cosa negativa en algo positivo para el Matrimonio y la Familia. Empieza por pedirle perdón a Dios y luego pídele perdón a tu cónyuge por haberle ofendido o por haberle juzgado. El perdón se pide con arrepentimiento y se da con humildad!

Ten siempre Presente
Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO!


Monday, June 13, 2011

El vagabundo y el perro

Quiero que conozcan de un evento que cambió mi vida hace muchos años.
Es un recuerdo que me viene periódicamente, pero es uno de los más preciosos que mi esposa y yo compartimos. Estoy agradecido de que lo podamos recordar juntos. Es un recordatorio de que las cosas no son lo que parecen y que los ángeles vienen en distintos envoltorios.
Vivimos en College Station, Texas e íbamos de camino a casa desde Houston, Texas, alrededor del àrea de Weston Lakes un sábado o domingo en la mañana. Y cuando digo mañana, no hablo de 1:00 a 2:00 en la mañana. Estábamos en camino hacia casa y decidimos detenernos en una gasolinera para tomar café y comer algo ya que nos tomaría una buena hora y media llegar a nuestro destino.
Cuando acabamos, nos subimos a nuestro auto y antes de arrancarlo, observamos a un hombre de pie, fuera, frente al edificio. Uno podía darse cuenta de que era un desposeído. Su ropa estaba hecha andrajos y desgastada y parecía que él había entrado y comprado café o algo para mantenerse caliente ya que hace frío en esta parte del año. Debió haber tenido insuficiente dinero para comprarse algo de comer.
Eso no es algo que recuerdo muy bien, porque eso no fue lo que me "conmovió".
Lo siguiente que recuerdo es una perra que caminó hacia el frente del edificio. Siendo un amante de los perros, noté que ella era parte loba y probablemente parte pastora alemán.
Supe que se trataba de una perra porque uno podía darse cuenta de que había estado amamantando cachorros. Necesitaba terriblemente algo que comer y me sentí mal por ella. Me di cuenta de que si no comía pronto, ella y tal vez sus cachorros perecerían.
Mi esposa y yo nos quedamos sentados y la miramos. Notamos que la gente le pasaba al lado y ni siquiera la acariciaban, como hace la mayor parte de la gente al pasarle al lado a un animal frente a una tienda. Puede que no haya estado tan bonita y limpia como la mayoría, pero aun merecía mejor suerte. Pero todavía no hicimos nada. Pero alguien lo hizo.
El hombre desposeído, que pensé que no podía comprarse nada para comer, regresó a la tienda. Y lo que hizo nos aguó los ojos a mi esposa y a mí. Había vuelto a la tienda y con el dinero que tenía, compró una lata de comida para perros y dio de comer a aquella perra.



Sé que esta historia no inspira tanto como muchas otras, pero juega un papel importante en nuestras vidas. Y a mucha gente se le olvida que algunos animales son padres también. Y tanto los animales como nosotros somos creación de Dios.
Sería una mejor historia si pudiese recorder todos los detalles, pero aun sin ellos, creo que todavía comunica el mensaje.
Se necesitó a un hombre desposeído para mostrarme lo que yo debí haber hecho. Él me hizo un hombre mejor ese día.
Chris, "Enseñando lo que Más Necesito Saber"
Compasión es algo que necesita estar en nuestro corazón. Compasión puede hacer la vida diferente para alguien.
!Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí, Porque la mano de Dios me ha tocado!

Friday, June 10, 2011

Las Manos arrugadas de mi Madre

El otro día me quedé mirando fijo las manos de mi madre.
Ella estaba tendida sobre la cama, descansando un rato, y no se percató de mi entrada furtiva a su alcoba.
La miré de píes a cabeza, pero sus manos me llamaron mucho la atención.
Las manos de mi Madre están arrugadas.
Sus venas se ven abultadas y gruesas líneas de piel,como cordoncillos, dispersos, se cruzan entre sí.
De primera intención sus manos me parecieron feas, pero me puse a meditar en lo que esas manos significaban para mí, y al mirarlas de nuevo las vi hermosas, dignas, fuertes, como envueltas en una luz diamantina.
Esas manos fueron tiernas y débiles un día; luego fueron creciendo y cobraron fuerzas, y se hicieron bonitas. Pero el peso de los años y el sello del trabajo las
envejecieron y arrugaron.

Ahora son manos de una mujer madura; noble que se ha ido doblegando ante los ímpetus de la vida. Yo amo esas manos. Ellas se abrieron para cargarme cuando apenas yo era un bultito de carne y huesos.
Siempre estuvieron solícitas para guiar mis pasos trémulos en mi niñez, inciertos en mi juventud y aún no siempre firmes en mi madurez. Esas manos prepararon con amor sin igual los alimentos que me dieron vida.
Más de una vez apretaron la vara para castigarme por alguna falta cometida.
Fueron manos constructoras, que tenían el encanto de transmitir amistad e inyectar estímulo.
Por los dedos de esas manos se derrama la luz de un corazón amante, o fueron como hilos dorados que se entretejieron a mi alrededor para darme protección.
En el hogar esas manos se mantuvieron ocupadas haciendo mil cosas, siempre abiertas para hacer el bien.
Ahora son manos temblorosas, arrugadas y sin mucha fuerza. Pero no han dejado de ser una inspiración para mí, porque ellas todavía se estiran para abrirle la puerta
al hijo que vuelve a la casa. Para sostener la taza de café con que me obsquia durante mis visitas o para saludar a cuantos se acercan a ella.
En la tela de la historia, las manos de las madres han hecho mucha labor.
Antes de salir del cuarto, yo me incliné y besé las manos, las bellas manos de mi dulce Madre.
¿Y tú, te has detenido a contemplar las manos de tu Madre?

Ámala, dale el amor que necesita ahora que la tienes, recuerda que el pasado está muerto, el presente es horita, pero el futuro no existe.

Thursday, June 9, 2011

El Entusiasmo En El Matrimonio.

El entusiasmo es un poder muy fuerte que puede revitalizar una relación.
Según la Academia de la lengua Española, entusiasmo es una exaltación del ánimo excitado por un factor que lo motive. Esta palabra proviene del Griego y significa tener un Dios dentro de sí. Podemos decir entonces que Entusiasmo es tener a nuestro Dios, nuestro Señor dentro de nosotros. En Nehemias 8:10 dice: El gozo del Señor es nuestra Fortaleza.

Ese entusiasmo se convierte en una fuerza emocional poderosa en nuestra vida, que nos permite alcanzar los más grandes logros en la vida. Cuando nos sentimos con entusiasmo, podemos vencer más fácilmente la oposición y proyectarnos con fuerza hacia el futuro. En el Matrimonio cada uno debe excitar el ánimo en el otro. Deben motivarse mutuamente a procurar el bienestar de cada uno; esta debe ser una función de ambos.

Una de las grandes cualidades del entusiasmo es que es contagiante. Una persona con entusiasmo, tiene la capacidad de entusiasmar a otros. En el Matrimonio al menos uno de los dos debe mantener un espíritu de entusiasmo para mantener un ambiente positivo en el hogar.
Los cónyuges debemos orar juntos, bendecirnos todos los días, declararnos cosas positivas mutuamente, llenar nuestros tanques de amor cada mañana. Estas acciones producen entusiasmo y nos da la fuerza para esforzarnos por ser mejores personas cada día y por trabajar para alcanzar el éxito para los nuestros.
Es muy triste encontrarnos con Matrimonios que se ofenden constantemente, que están vigilando los errores del cónyuge para acusarlos y hacerlos responsables de las cosas malas del hogar. Esa actitud destruye el entusiasmo y nunca va a resolver los problemas, por el contrario los agrava.

Un Matrimonio compuesto por hijos de Dios, se supone que tenemos al Señor y por lo tanto debemos estar llenos de entusiasmo. Entonces debemos procurar transmitir ese entusiasmo a nuestro cónyuge, motivarlo todo el tiempo, especialmente cuando se equivoca o algo le sale mal. Que bien nos sentimos cuando cometemos un error y nuestro cónyuge, en vez de criticarnos o juzgarnos, nos anima a salir adelante, nos apoya y nos transmite ese entusiasmo por la vida.
Por lo general cuando una persona tiene entusiasmo: todo le sale bien!!!
Esposos, dejen la “quejadera” y empiecen a trabajar para llenar el ambiente de su hogar de entusiasmo. Oren juntos el uno por el otro, declarando la presencia de Dios en sus vidas, declarando que el entusiasmo de Dios los contagia y les llena de alegría y de sabiduría para que todo les salga bien.

Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado.
CUÍDALO!


Wednesday, June 8, 2011

Vale la pena vivir la vida?

“Si se pudiera proteger a los acantilados de las tormentas, nunca podría admirarse la belleza de sus quebradas” Elizabet Kübler
Muchas veces hemos sentido que la vida no vale la pena vivirla. En un caso extremo, escuché en la radio a una mujer que decía: “No quiero tener hijos, porque solo se viene a este mundo a sufrir. Y quiero ahorrarles ese sufrimiento”.
Pero… ¿Realmente la vida es así? ¿O nosotros la hacemos así?
Lo que realmente te hace sufrir, no es la vida en sí… son tus expectativas respecto a cómo debería ser el mundo o cómo debería actuar tal persona.
Por ejemplo, cuando te enojas con tu pareja porque no llegó a tiempo o no te expresa su amor como a ti te gustaría que lo hiciera.
Entonces, lo que te daña no es tu pareja… son tus pensamientos y emociones con respecto a como debería actuar tu pareja, de acuerdo a la etiqueta del hombre o mujer perfecto que tienes. Si sufres porque la vida es cruel… es porque tienes un concepto equivocado de lo que realmente es. Crees que en la vida todo debería ser felicidad.
Imagínate que piensas que un bosque debe ser con puras rosas, ríos limpios, venados corriendo, un sol reluciente y una suave lluvia.
Pero cuando vas a uno ¡Oh sorpresa! También hay insectos, serpientes… y la lluvia ¡es un diluvio!
Imagínate sufriendo porque lo encontraste así y diciéndote “No vale la pena estar en un bosque, es horrible: serpientes, INSECTOSbichos ¡que horror!” ¿No tiene sentido verdad?
En el fondo sabes que así es un bosque. No como tú pensabas que era. Lo que puedes hacer, es estar alerta contra las serpientes. También, cubrirte para que la lluvia no te moje.
Y disfrutar las rosas que veas y los venados.
Simplemente aceptas la naturaleza como es y no te lamentas. Te adaptas a ella.
En la vida, es igual. Cuando la vemos como un paquete completo, en el que hay amor, muerte, instantes imborrables y fracasos dolorosos, la aceptas como es.
A partir de esa aceptación, puedes adaptarte a ella. Pregúntate que capacidad dormida en ti, necesita salir a flote cuando te enfrentes a un nuevo desafío.
Por ejemplo, yo de niño no sabía bailar salsa. La necesidad de gustarle a las niñas me hizo aprender ¡Ahora he llegado hasta dar clases de baile!
Me daba miedo hablar en público. Era muy tímido. La necesidad y las circunstancias me obligaron ha hablar en público ¡Ahora soy conferencista! Imagínate cuantas capacidades dormidas en mí, se han despertado por la necesidad.
Siempre pregúntate ¿Qué capacidades dormidas en mi tienen que salir a flote con este desafío?
El dolor y las derrotas son una gran oportunidad para replantearnos como estamos viviendo la vida. Te confieso que acostumbro caminar cerca de los bosques, lejos de la gente, cuando las tormentas de la vida hacen que se me pongan las cosas difíciles.
Anclarme dentro del ruido cotidiano cerca de la naturaleza, dándome un breve espacio para reflexionar acerca de mis desafíos actuales y replantearme nuevas metas, ha sido invaluable para mi. Si no, ya me habría vuelto loco.
Te recomiendo que hagas lo mismo. Busca un espacio diario de reflexión.
Todos somos producto de nuestras reacciones ante los retos. Somos hermosas quebradas hechas por las tormentas de la vida.
“Un guerrero acepta su suerte, sea cual sea, y la acepta con total humildad. Se acepta a sí mismo con humildad, tal como es; no como base para lamentarse, sino como un desafío vital” (Juan Castaneda)
Tus circunstancias acéptalas como son, y pregúntate “¿Qué puedo hacer al respecto?” Te sorprenderá como a mí lo sencillo que es solucionar un problema, una vez que dejes de pensar en el y te enfoques en resolverlo.
Generalmente, las mejores oportunidades de nuestra vida, vienen disfrazadas de problemas.
No importa cuales sean estos. Siempre existe una solución.
Así que ¡ha disfrutar la vida se ha dicho!
Suerte
Colaboración de Edgar Martínez

Tuesday, June 7, 2011

SE ACABO EL AMOR EN NUESTRO MATRIMONIO?

Muchos matrimonios sienten que se les acabó el amor a uno ó a los dos!
Es muy triste escuchar con tanta frecuencia hoy en día, esa frase tan lapidaria: “se nos acabó el amor”. ¿Porqué tantos matrimonios que un día se juraron amor eterno, un día terminan pensando que ya no hay amor para seguir adelante con la relación
Escuchamos muchas respuestas como: bueno, dejamos de amarnos y ya! Otros contestan poniendo infinidad de excusas como las finanzas, la familia, desacuerdos constantes. Otros argumentan cosas más serias como maltrato verbal o físico, abuso emocional, abandono. Otros porque no se entienden y no se cumplen las expectativas que tenían sobre su cónyuge.
Muchos matrimonios continúan viviendo juntos por necesidad, conveniencia, razones religiosas, etc, pero viven una vida amargada porque se consideran atados(as) a una persona que ya “no aman”.
La gran pregunta es: realmente se acaba el amor? Para contestar esta pregunta, deberíamos entonces describir lo que es realmente el amor. Para algunos el amor es un sentimiento basado en pasión, que se manifiesta como mariposas en el estomago y te impulsa a hacer cosas a veces no muy normales. Para otros es un sentimiento más profundo que te hace experimentar un gozo especial al lado de esa persona que amas. Para otros es una decisión basada en la instrucción bíblica de amar incondicionalmente.
El amor eros basado en pasión y el amor fileos basado en compañerismo, si se pueden acabar cuando dejan de estimularse. Son tipos de amor humano basados en experiencias emocionales que se pueden convertir en sentimientos, pero dependientes en un alto grado del estímulo externo. Estos tipos de amor son egoístas porque solo funcionan si reciben, pero si dejan de recibir, se apagan y desaparecen. Estos tipos de amor están presentes al inicio de toda relación romántica, pero según los expertos no dura más de dos años.
Entonces como se puede mantener un matrimonio? Que tipo de amor necesitan para poder subsistir y disfrutar de una relación estable y saludable. La respuesta es: el Amor Agape. Este amor es Dios. La Biblia dice que Dios es amor. EL es el amor Agape y se describe claramente en I Corintios 13. Sin amor los seres humanos somos incompletos e infelices. Sin amor no vale la pena nuestra existencia porque no somos nada. Y dice:

Versos 4 al 8: El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser;
Esta descripción del amor Agape solo la podemos poner en práctica si amamos a Dios con todo nuestro corazón real y desinteresadamente. Cuando amamos a Dios nos hacemos obedientes a su palabra y si vivimos obedientes a su palabra, su amor se manifiesta en nosotros y adquirimos la capacidad de servir, escuchar, dar, ser tolerantes, perdonar, vencer el egoísmo y el orgullo, y caminar por sendas de justicia. Entonces seremos capaces de amar a nuestro cónyuge incondicionalmente y vivir para encargarnos de su bienestar a pesar de.
Practicar este tipo de amor no es nada fácil, pero nuestro Padre Celestial nos demostró que si es posible y que si decidimos aceptar a su hijo como nuestro Señor y Salvador y vivir en obediencia a su palabra, lograremos amar de esa manera incondicional y hacer feliz a nuestro cónyuge y a nuestra familia.
La consecuencia será una familia saludable, no perfecta, pero si capaz de cuidarse mutuamente y disfrutar de las cosas buenas de la vida que Dios nos da cada día. Toma la decisión hoy mismo de renunciar a todo resentimiento y rencor y decide vivir en obediencia a la palabra de Dios, aunque te cueste. El nos ayuda en nuestra debilidad cuando decidimos hacer su voluntad.
Puede que tu matrimonio tenga serias dificultades, pero si tomas la decisión de buscar de Dios, amar a Dios con todas tus fuerzas y crecer en la obediencia a su palabra, tu matrimonio se salvará! Quizás necesites un poco de ayuda al principio, pero si eres obediente a la palabra de Dios tu matrimonio se sanará.

Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO!

Friday, June 3, 2011

Toma decisiones consistentes!

Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando llegó al sitio de un leñador y le suplicó que la escondiera. El hombre le aconsejó que ingresara a su cabaña.
Casi de inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leñador si había visto a la zorra.
El leñador, con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba la cabaña donde se había escondido.
Los cazadores no comprendieron las señas de la mano y se confiaron únicamente en lo dicho con la palabra.
La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada.
Le reprochó el leñador por qué a pesar de haberla salvado, no le daba las gracias, a lo que la zorra respondió: "Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo".
Moraleja: No niegues con tus actos lo que pregonas con tus palabras.
Fábula de Esopo
Cuánta gente hay a nuestro alrededor que parecieran destruir con los pies lo que tanto trabajo les cuesta edificar con sus manos. Eso se llama inconsistencia. De alguna manera, no han podido decidir qué camino tomar y pretenden, al igual que el hombre de doble ánimo del que nos habla la Biblia , ir en dos o más direcciones distintas.
Es evidente que necesitamos tomar decisiones y entonces ser consistentes en nuestras acciones y que estas respalden la intención de nuestro corazón. Cuando eso no ocurre, podemos esperar momentos amargos. Tal vez hemos pasado por ese tipo de dilema.
Entonces, ¿por qué no recurrir a la Fuente que nos puede ayudar a tener paz no sólo con nosotros mismos sino con Dios y dar pasos concretos en pos de lo que sabemos nos toca hacer?
Raúl Irigoyen

Thursday, June 2, 2011

De una madre para su hija

Estábamos sentándonos a comer cuando mi hija casualmente menciona que ella y su esposo están pensando en "empezar una familia".
"Nosotros estamos haciendo una encuesta," dice ella, en broma. "¿Crees que debería tener un bebé?"
"Cambiar tu vida" digo, cuidadosamente manteniendo mi tono neutral."Yo sé" dice, "no más fiestas los fines de semana, no más vacaciones espontáneas..."
Pero eso no es en lo absoluto lo que yo quise decir. Miro a mi hija, intentando decidir qué decirle. Quiero que sepa lo que ella nunca aprenderá en clases de parto. Quiero decirle que las heridas físicas por dar a luz un niño sanarán, pero que el volverse madre la dejará con una herida emocional tan profunda por la cual ella será vulnerable para siempre.
Pienso en advertirle que ella nunca leerá de nuevo un periódico sin preguntarse "¿Y si eso le hubiera pasado a mi niño?" Que cada accidente de aviación, cada incendio en una casa la obsesionará. Que cuando vea fotos de niños hambrientos, se preguntará si algo podría ser peor que vivir la muerte de su niño.
Yo la miro cuidadosamente, sus uñas finamente pintadas y el traje elegante y pienso que no importa cuan sofisticada ella sea, el convertirse en madre la reducirá al nivel primitivo de una osa que protege su cachorro.
Que una llamada urgente de "¡Mamá!" le hará dejar caer un soufflé o su mejor cristal sin vacilar por un momento.
Siento que debo advertirla que no importa cuántos años ella haya invertido en su carrera, ésta se descarrilará profesionalmente a causa de su maternidad.
Ella podrá hacer los arreglos para dejar al niño en casa al cuidado de una niñera, pero un día irá en camino de una reunión de negocios importante y recordará el dulce olor de su bebé, y tendrá que usar cada gramo de su disciplina para no correr a casa, sólo para asegurarse que su bebé está bien.
Yo quiero que mi hija sepa que las decisiones cotidianas ya no serán rutina. Que el deseo de un niño de cinco años de ir al baño de hombres y no al de mujeres en McDonald se volverá un dilema mayor.
Que justo allí, en medio del ruido de bandejas y niños gritando, los problemas de independencia e identidad de sexo serán sopesados contra la perspectiva de que haya un abusador de niños acechando en ese baño.
No importa cuan decisiva pueda ser ella en su trabajo, se criticará a sí misma constantemente en su papel de madre. Mirando a mi hija tan atractiva, quiero asegurarle que en el futuro ella perderá los kilos de más del embarazo, pero nunca se sentirá igual sobre ella misma. Que su vida, ahora tan importante, será de menos valor para ella una vez que tenga un niño.
Que ella renunciaría a ésta en un momento por salvar sus hijos, pero que también empezará a desear más años, no para lograr sus propios sueños, sino para ver a sus hijos lograr los suyos.
Yo quiero que ella sepa que una cicatriz de cesárea o las estrías se convertirán en insignias de honor. La relación de mi hija con su marido cambiará, pero no de la manera que ella piensa. Deseo que ella pudiera entender cuánto más uno puede amar a un hombre que tiene cuidado para empolvar a su bebé o que nunca duda para jugar con su niño. Yo pienso que ella debería saber que se sentirá de nuevo completamente enamorada de él por razones que ahora encontraría muy poco románticas.
Yo deseo que mi hija pudiera darse cuenta del lazo que ella sentirá con mujeres a lo largo de historia que han intentado detener guerras, discriminación y borrachos al volante.
Espero que ella entienda por qué yo puedo pensar racionalmente sobre la mayoría de los problemas, pero ponerme como loca cuando discuto sobre la amenaza que supone una guerra nuclear en el futuro de mis hijos.
Yo quiero describir a mi hija la euforia de ver a su niño cuando aprenda a montar una bicicleta. Quiero capturar para ella las carcajadas de un bebé que está tocando la piel suave de un perro o un gato por primera vez. Quiero que saboree la dicha que es tan real, que de hecho duele.
La mirada interrogativa de mi hija me hace caer en cuenta de las lágrimas que se han formado en mis ojos.
"Nunca te arrepentirás de ello" digo finalmente.
Entonces alcanzo por sobre la mesa la mano de mi hija y la aprieto y ofrezco una oración silenciosa por ella, y por mí, y por todas las mujeres que tropezaron en su camino hacia la más maravillosa de todas las profesiones.

Este regalo bendito de Dios... el hecho de ser Madre.

Wednesday, June 1, 2011

La Incompatibilidad En El Matrimonio.

Somos tan diferentes; no nos entendemos!

Muchos matrimonios se quejan de haberse casado con la persona equivocada. Se sienten tan diferentes que piensan que son incompatibles. Sin embargo cuando se conocieron se sintieron fuertemente atraídos y por esa razón tuvieron un noviazgo, y decidieron unir sus vidas en matrimonio.
Entonces porque después de unos años y en algunos casos meses, sienten que son demasiado diferentes, que piensan diferente en casi todo y que no pueden ponerse de acuerdo en casi nada.

La verdad es que lo normal es que sean muy diferentes, esencialmente en su temperamento. Eso fue justamente lo que los atrajo; porque en el área de los temperamentos, ocurre lo mismo que la ley de la Física, que dice que polos opuestos se atraen y polos iguales se repelen.

Normalmente los matrimonios se componen de un temperamento colérico y el otro con temperamento flemático, o uno con temperamento sanguíneo y el otro con temperamento melancólico. Es muy raro ver matrimonios con temperamentos iguales o parecidos. No se atraen!

Los temperamentos en el matrimonio son normalmente muy diferentes, por lo tanto piensan muy diferente; pero eso no los hace incompatibles, los hace complementarios. El diseño de Dios como creador del matrimonio es justamente que fueran complementarios, o sea que las fortalezas de uno, ayude a las debilidades del otro y viceversa.

Por ejemplo, un temperamento colérico es muy activo y muy capaz, pero necesita un complemento flemático que le ayude a tranquilizarse; o un temperamento sanguíneo alegre y desordenado, necesita un complemento melancólico que le ayude a ordenarse y controlar su efusividad. Se complementan!


Es muy importante que ambos cónyuges entiendan que es normal que sean diferentes. Tienen que aprender a ver la conveniencia de ser diferentes y la necesidad de tomarse en cuenta mutuamente. Eso los convierte en un equipo. Si ese equipo acciona aprovechando el hecho de ser complementarios, probablemente van a lograr tener mucho éxito en el desarrollo de su matrimonio y su familia.

Todo temperamento tiene defectos y debilidades y la única forma de controlar esas debilidades es con crecimiento espiritual. Una vida más espiritual, nos da la capacidad de ser más tolerantes, más suaves en las relaciones, nos da la capacidad de soportar las debilidades y aprovechar las fortalezas.

Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe y dominio propio.

Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO