Hay momentos, en nuestras vidas, en los cuales perdemos todo. Puede que sea la quiebra de nuestra empresa, el empleo de muchos años, puede ser un divorcio, puede ser un cambio en la economía, puede ser una guerra, puede ser un crimen, puede ser una muerte.
Por más brillante y rica que sea una persona, se encontrará en el fondo del pozo en algún momento de su vida, pero el ideal, es que tales momentos sean puntuales y raros. Y lo serán, si nos preparamos para salir de ellos, antes de que sucedan. No tengas miedo de esos momentos, pues van a ocurrir de cualquier forma. Son esa parte de la existencia sobre la cual no tenemos control. Por eso es mejor desde ya, tener en mente un pensamiento que nos va a ayudar mucho: "La ventaja, de estar en el fondo del pozo, es que cualquier movimiento nos lleva hacia arriba."
Esos momentos pueden causarnos pánico y recelo sobre el futuro. Desafortunadamente, la mayoría de las personas hemos sido enseñadas a sufrir por el dolor del fracaso, pero no sobre cómo usar lo aprendido de esos fracasos para construir los nuevos caminos con dirección a la victoria; aprendemos sobre las lágrimas de la amargura, pero no sobre cómo usar esas lágrimas para volvernos mejores personas, día tras día; nos dijeron sobre la soledad de la pérdida, sin jamás acordarse de la importancia de que, cuando estemos solos, nos detengamos para reflexionar sobre lo que debemos cambiar, para que las pérdidas no se repitan.
Verdaderamente, escuelas, facultades y gran parte de nuestra sociedad nos enseñan que el fracaso, la pérdida y la falla son cosas horribles, lo que muchas veces es cierto, pero casi nunca nos enseñan lo que tenemos que hacer para salir del fondo del pozo.
Por más dolor que sientas, todo eso por lo cual estás pasando es una dolorosa percepción. Una evaluación de la realidad con base en el desastre. Tu dolor es muy real, pero es necesario comprender que el dolor necesita ser contenido, para que podamos pensar y actuar, para colocar nuestra vida en el carril nuevamente. Por eso, cuando estés caído en el fondo del pozo, descansa un poco y mira a tu alrededor. Duerme, si es preciso. Llora, si es preciso. Pero, después de algún tiempo, sal de allí. No verás nada; por algunos momentos, estará oscuro y te sentirás perdido. Eso es natural. Pero, vamos a buscar lo que también es natural: es natural que tú, habiendo tropezado con uno de los puntos bajos de tu vida, solamente necesites hacer un movimiento y ya estarás más próximo de la salida.
No te preocupes en olvidar el dolor, pues él es parte de ti. Son las cicatrices las que te vuelven una persona más completa, más rica internamente, más viva. Puede ser que tardes y que tengas que "resbalar" mucho, pero echarle la culpa a una persona o situación (aunque sean culpables) no va a sacarte a ti, o a tus sueños, del fondo del pozo. Solamente la acción puede generar resultados.
Acuérdate de que la ventaja de estar en el fondo del pozo, es que cualquier movimiento nos lleva hacia arriba.
Busca la salida, levántate y recomienza el camino. Mientras más pronto, mejor.
Tuesday, May 31, 2011
Friday, May 27, 2011
CUIDA A TU PAREJA
Por el Padre Ricardo Búlmez.
Voy a decir algo que con seguridad va a molestar a muchos, pero que cuando se los explique les va a molestar más, y es que a veces cuidamos más lo seguro que tenemos , que lo inseguro.
Me explico: yo siempre digo, no cuides tanto a tu familia, cuida a tu pareja y la gente se sorprende.
¿Pero como que no voy a cuidar mucho a mi familia? ¡Es mi familia! Y no, tu familia, que es tu familia, está segura, es tu familia, nunca se pierde . Ustedes han oído decir a alguien «allí va mi ex hijo, allí va mi ex padre» No, ¿verdad? Pero han oído mucho o dicen, «allí va mi ex esposa (o)». Entre los padres, los hijos, los hermanos, la familia, lo más seguro que se tiene, no hay ex. Ellos están allí y por muchos años que duren sin verse, por mucho tiempo que tarden en escribirse o en hablarse, ellos están allí. Usted no puede decir «aquella señora que va pasando por allí fue mi madre por 25 años». Ella siempre va estar allí para cuando la necesites, ella está segura.
Y es más, les voy a decir otra cosa, de todos los amores, que es tender lazos, de todos los puentes, el amor más débil que existe es el de pareja.
En una pareja no hay nada. Por eso hay que darlo todo, para quedarse con algo.
Tener una pareja es como cuidar una flor. Si una flor no se riega, se muere, y si se riega mucho, también. Hay que ser un artista para cuidar una flor.
Yo no sé cuidar flores, por eso soy cura. Por eso, el amor de padre, de madre y de hijo es como tener un «cují coriano», nadie los riega, pero está ahí.
Eso que llamamos amor eterno se da en papá, en mamá, en un hijo, y en los amigos, que también puede ser un amor eterno.
Pero en una pareja es un amor diario, tiene que cuidarse todos los días.
Tengo un hermano en los Estados Unidos que se fue hace más de diez años y duré más de diez años sin hablarle. Nunca le llamé, y puedo decirlo que hasta por descuido. Siempre sabía de él por mamá, y cuando vino por primera vez desde que se había ido, lo fui a buscar al aeropuerto, y cuando nos vimos el abrazo fue tan fuerte que lloramos de emoción. Allí estábamos.
Pero vete de tu pareja diez años a ver qué encuentras. Eso es lo que dice que el amor de pareja es amor de todos los días.
Yo puedo hablar con mi mamá cada semana, una vez a la semana, pero si tuviera pareja la estuviera llamando a cada momento. Y no es que sea bueno o malo, es que el amor es así.
No se quiere a nadie más por no querer al otro. Por ejemplo, yo comparo el amor de aquellas parejas que por alguna circunstancia del destino tienen un hijo discapacitado.
No es que no quieran a los otros, pero ellos están seguros. De aquél tienen que estar más pendientes, porque se puede caer, porque a lo mejor no come solo. En cambio, los otros están y los quieren igual, y saben que están ahí.
Si tengo una pareja, ese es el amor discapacitado. De ese tengo que estar más pendiente porque necesita más.
El amor de madre es independiente, el amor de pareja es dependiente. Ella depende de mí y yo dependo de ella. Estamos unidos «hasta que la muerte nos separe», pero el amor que nos debemos es como el amor de un hijo discapacitado.
Quien tenga esa hermosa Flor, ya saben lo que tienen que hacer, regarla todos los días para que siempre este fresca y radiante y se mantenga ahí, hasta que Dios decida llevársela de este mundo, y los que no, no dejemos de tener Fe de que Dios nos regalara nuevamente una flor para nuestro Jardín.
Dios les Bendiga
Voy a decir algo que con seguridad va a molestar a muchos, pero que cuando se los explique les va a molestar más, y es que a veces cuidamos más lo seguro que tenemos , que lo inseguro.
Me explico: yo siempre digo, no cuides tanto a tu familia, cuida a tu pareja y la gente se sorprende.
¿Pero como que no voy a cuidar mucho a mi familia? ¡Es mi familia! Y no, tu familia, que es tu familia, está segura, es tu familia, nunca se pierde . Ustedes han oído decir a alguien «allí va mi ex hijo, allí va mi ex padre» No, ¿verdad? Pero han oído mucho o dicen, «allí va mi ex esposa (o)». Entre los padres, los hijos, los hermanos, la familia, lo más seguro que se tiene, no hay ex. Ellos están allí y por muchos años que duren sin verse, por mucho tiempo que tarden en escribirse o en hablarse, ellos están allí. Usted no puede decir «aquella señora que va pasando por allí fue mi madre por 25 años». Ella siempre va estar allí para cuando la necesites, ella está segura.
Y es más, les voy a decir otra cosa, de todos los amores, que es tender lazos, de todos los puentes, el amor más débil que existe es el de pareja.
En una pareja no hay nada. Por eso hay que darlo todo, para quedarse con algo.
Tener una pareja es como cuidar una flor. Si una flor no se riega, se muere, y si se riega mucho, también. Hay que ser un artista para cuidar una flor.
Yo no sé cuidar flores, por eso soy cura. Por eso, el amor de padre, de madre y de hijo es como tener un «cují coriano», nadie los riega, pero está ahí.
Eso que llamamos amor eterno se da en papá, en mamá, en un hijo, y en los amigos, que también puede ser un amor eterno.
Pero en una pareja es un amor diario, tiene que cuidarse todos los días.
Tengo un hermano en los Estados Unidos que se fue hace más de diez años y duré más de diez años sin hablarle. Nunca le llamé, y puedo decirlo que hasta por descuido. Siempre sabía de él por mamá, y cuando vino por primera vez desde que se había ido, lo fui a buscar al aeropuerto, y cuando nos vimos el abrazo fue tan fuerte que lloramos de emoción. Allí estábamos.
Pero vete de tu pareja diez años a ver qué encuentras. Eso es lo que dice que el amor de pareja es amor de todos los días.
Yo puedo hablar con mi mamá cada semana, una vez a la semana, pero si tuviera pareja la estuviera llamando a cada momento. Y no es que sea bueno o malo, es que el amor es así.
No se quiere a nadie más por no querer al otro. Por ejemplo, yo comparo el amor de aquellas parejas que por alguna circunstancia del destino tienen un hijo discapacitado.
No es que no quieran a los otros, pero ellos están seguros. De aquél tienen que estar más pendientes, porque se puede caer, porque a lo mejor no come solo. En cambio, los otros están y los quieren igual, y saben que están ahí.
Si tengo una pareja, ese es el amor discapacitado. De ese tengo que estar más pendiente porque necesita más.
El amor de madre es independiente, el amor de pareja es dependiente. Ella depende de mí y yo dependo de ella. Estamos unidos «hasta que la muerte nos separe», pero el amor que nos debemos es como el amor de un hijo discapacitado.
Quien tenga esa hermosa Flor, ya saben lo que tienen que hacer, regarla todos los días para que siempre este fresca y radiante y se mantenga ahí, hasta que Dios decida llevársela de este mundo, y los que no, no dejemos de tener Fe de que Dios nos regalara nuevamente una flor para nuestro Jardín.
Dios les Bendiga
Thursday, May 26, 2011
COMO EL GRANO DEL CAFE?
Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?"
-"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma. Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa ésto, padre?"
El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos; después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
"¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido?
¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.
Y tú,¿cual de los tres eres?
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?"
-"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma. Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa ésto, padre?"
El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos; después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
"¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido?
¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.
Y tú,¿cual de los tres eres?
Wednesday, May 25, 2011
LA PASIÓN POR VIVIR
En la vida existen incontables cosas que se pueden hacer; sin embargo, lo importante no es que las pensemos, sino que nos decidamos a actuar para lograrlas.
Es muy probable que nuestra idea de momento no sea la más adecuada o la más conveniente; no obstante, tendremos la magnífica oportunidad de mejorarla sobre la realidad de su aplicación y no solamente en el pensamiento etéreo de nuestra imaginación.
A partir del momento en que nos decidamos a actuar, los obstáculos irán cayendo y nuestros sueños se irán realizando.
Amigo mío, qué te parece que iniciemos nuestros sueños agregando a nuestro esfuerzo una gran dosis de pasión, vehemencia y amor en todo lo que hagamos día con día?.
• Pasión al levantarme por las mañanas, dando gracias a Dios por tener una nueva oportunidad de vivir cada día.
• Pasión por mi trabajo, ya que éste me permite el desarrollo pleno de mis potencialidades, enfrentándome cada día a nuevos retos y desafíos.
• Pasión por el estudio, pues es la única manera de crecer y ser mejor.
• Pasión por el cambio; es la esencia de vivir.
• Pasión por mi pareja, compañera de mi aventura.
• Pasión por mis hijos, semilla de nuestro futuro.
• Pasión por mis amigos, confidentes de mis temores y mis deseos.
Ese pequeño ingrediente llamado pasión, que hace la gran diferencia entre el aficionado y el profesional, entre el mediocre y el triunfador, entre el ser común y el ser excelente.
Gabriela Mistral anota en un poema:
"que triste sería el mundo si todo en él estuviera hecho, si no hubiera un rosal que plantar, una aventura que emprender... no caigas en el error de creer que sólo se hace mérito con los grandes trabajos".
Agrega a cada idea, a cada tarea y en cada instante, por pequeño que sea, el ingrediente de la pasión y no habrá empresa menor en tu vida... sólo grandes realizaciones de tu ser...
Miguel Angel Cornejo
Es muy probable que nuestra idea de momento no sea la más adecuada o la más conveniente; no obstante, tendremos la magnífica oportunidad de mejorarla sobre la realidad de su aplicación y no solamente en el pensamiento etéreo de nuestra imaginación.
A partir del momento en que nos decidamos a actuar, los obstáculos irán cayendo y nuestros sueños se irán realizando.
Amigo mío, qué te parece que iniciemos nuestros sueños agregando a nuestro esfuerzo una gran dosis de pasión, vehemencia y amor en todo lo que hagamos día con día?.
• Pasión al levantarme por las mañanas, dando gracias a Dios por tener una nueva oportunidad de vivir cada día.
• Pasión por mi trabajo, ya que éste me permite el desarrollo pleno de mis potencialidades, enfrentándome cada día a nuevos retos y desafíos.
• Pasión por el estudio, pues es la única manera de crecer y ser mejor.
• Pasión por el cambio; es la esencia de vivir.
• Pasión por mi pareja, compañera de mi aventura.
• Pasión por mis hijos, semilla de nuestro futuro.
• Pasión por mis amigos, confidentes de mis temores y mis deseos.
Ese pequeño ingrediente llamado pasión, que hace la gran diferencia entre el aficionado y el profesional, entre el mediocre y el triunfador, entre el ser común y el ser excelente.
Gabriela Mistral anota en un poema:
"que triste sería el mundo si todo en él estuviera hecho, si no hubiera un rosal que plantar, una aventura que emprender... no caigas en el error de creer que sólo se hace mérito con los grandes trabajos".
Agrega a cada idea, a cada tarea y en cada instante, por pequeño que sea, el ingrediente de la pasión y no habrá empresa menor en tu vida... sólo grandes realizaciones de tu ser...
Miguel Angel Cornejo
Tuesday, May 24, 2011
EL DÍA QUE MARÍA JOSÉ NACIÓ
El día que mi maría josé nació, en verdad no sentí gran alegría porque la decepción que sentía parecía ser más grande que el gran acontecimiento que representa tener un hijo. yo quería un varón.
A los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis dos mujeres, una lucía pálida y la otra radiante y dormilona. en pocos meses me dejé cautivar por la sonrisa de maría josé y por el negro de su mirada fija y penetrante, fue entonces cuando empecé a amarla con locura, su carita, su sonrisa y su mirada no se apartaban ni un instante de mi pensamiento, todo se lo quería comprar, la miraba en cada niño o niña, hacía planes, todo sería para mi maría josé.
-este relato era contado a menudo por randolf, el padre de maría josé: yo también sentía gran afecto por la niña que era la razón más grande para vivir de randolf, según decía él mismo. una tarde estaba mi familia y la de randolf haciendo un picnic a la orilla de una laguna cerca de casa y la niña entabla una conversación con su papá, todos escuchábamos atentamente-
-papi, cuando cumpla quince años, ¿cuál será mi regalo?.
-pero mi amor si apenas tienes diez añitos- ¿no te parece que falta mucho para esa fecha?.
-bueno, papi, tú siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto por aquí-
La conversación se extendía y todos participamos de ella. al caer el sol regresamos a nuestras casas.
Una mañana me encontré con randolf frente al colegio donde estudiaba su hija quien ya tenía catorce años. el hombre se veía muy contento y la sonrisa no se apartaba de su rostro. con gran orgullo me mostró el registro de calificaciones de maría josé, eran otras impresionantes, ninguna bajaba de 10 y los estímulos que les habían escrito sus profesores eran realmente conmovedores, felicité al dichoso padre y le invité a un café.
María josé ocupaba todo el espacio en casa, en la mente y en el corazón de la familia, especialmente el de su padre.
Fue un domingo muy temprano cuando nos dirigíamos a misa, cuando maría josé tropezó con algo, eso creímos todos, y dio un traspié, su papá la detuvo de inmediato para que no cayera. ya instalados en nuestros asientos, vimos como maría josé fue cayendo lentamente sobre el banco y casi perdió el conocimiento. la tomé en brazos mientras su padre, buscaba un taxi y la llevamos al hospital. Allí permaneció por diez días y fue entonces cuando le informaron que su hija padecía de una grave enfermedad que afectaba seriamente su corazón, pero no era algo definitivo, que debía practicarle otras pruebas para llegar a un diagnóstico firme.
Los días iban transcurriendo, randolf renunció a su trabajo para dedicarse al cuidado de maría josé, su madre quería hacerlo pero decidieron que ella trabajaría, pues sus ingresos eran superiores a los de él.
Una mañana randolf se encontraba al lado de su hija cuando ella le preguntó:
-¿voy a morir, no es cierto?, eso te lo dijeron los médicos ¿verdad?
-no mi amor, no vas a morir, dios que es tan grande, no permitiría que pierda lo que más he amado en el mundo respondió el padre.
-¿van a algún lugar?. ¿pueden ver desde lo alto a las personas queridas?. ¿sabes si pueden volver?
-bueno hija, respondió, en verdad nadie ha regresado de allá a contar algo sobre eso, pero si yo muriera, no te dejaría sola. estando en el más allá buscaría la manera de comunicarme contigo, en última instancia utilizaría el viento para venir a verte.
-¿al viento? ¿y como lo harías papi?.
-no tengo la menor idea hija, sólo sé que si algún día muero, sentirás que estoy contigo cuando un suave viento roce tu cara y una brisa fresca bese tus mejillas.
Ese mismo día por la tarde, llamaron a randolf, el asunto era grave, su hija estaba muriendo, necesitaban un corazón pues el de ella no resistiría sino unos quince o veinte días más. ¡un corazón!. ¿de dónde saco un corazón?. lo vendían en la farmacia acaso, en el supermercado, o en una de esas grandes tiendas que hacen propaganda por radio y televisión. ¡un corazón!. ¿dónde?.
Ese mismo mes, maría josé cumpliría sus quince años. fue el viernes por la tarde cuando consiguieron un donante, las cosas iban a cambiar. el domingo por la tarde, ya maría josé estaba operada. todo salió como los médicos lo habían planeado. ¡éxito total!. sin embargo, randolf no había vuelto por el hospital y maría josé lo extrañaba muchísimo. su mamá le decía que ya que todo estaba bien y que sería el papá quien trabajaría para sostener la familia, maría josé permaneció en el hospital por quince días más, los médicos no habían querido dejarla ir hasta que su corazón estuviera firme y fuerte y así lo hicieron.
Al llegar a casa todos se sentaron en un enorme sofá y su mamá con los ojos llenos de lágrimas le entregó una carta de su padre.
María josé, mi gran amor: "al momento de leer mi carta, debes tener quince años y un corazón fuerte latiendo en tu pecho, esa fue la promesa de los médicos que te operaron. no puedes imaginarte ni remotamente cuánto lamento no estar a tu lado en este instante.
Cuando supe que ibas a morir sentí que yo también moriría contigo, y me preguntaba ¿qué podía hacer?... después de tanto pensar y sentir mil cosas dentro de mí, decidí finalmente que la mejor manera de hacer algo por ti era darle respuesta a una pregunta que me hiciste cuando tenias diez años y a la cual no respondí.
Decidí hacerte el regalo más hermoso que nadie jamás ha hecho. te regalo mi vida entera, sin condición alguna para que hagas con ella lo que creas que es mejor, sintiendo muchas cosas bellas y sabiendo que en el mundo lo más importante es que quieras vivir, ¡vive hija!. ¡¡¡¡te amo!!!!... también quiero que sepas que hoy, mañana y siempre estaré a tu lado, siempre. te amo y siempre te amaré, porque eres lo más grande y hermoso que dios me ha dado... siempre estaré contigo, siempre te amaré...
María josé lloró todo el día y toda la noche. al día siguiente, fue al cementerio y se sentó sobre la tumba de su papá, lloró como nadie lo ha hecho y susurro:
-papi ahora puedo comprender cuánto me amabas, yo también te amo aunque nunca te lo dije. por eso también comprendo la importancia de decir "te amo". y te pido perdón por haber guardado silencio"...
En ese instante las copas de los árboles se movieron levemente y cayeron algunas flores, sintió maría josé que un suave viento rozó su cara y una brisa fresca besó sus mejillas. alzó la mirada al cielo sintiendo una paz inmensa y dio gracias a dios por eso. se levantó y caminó a casa con la alegría de saber que lleva en su corazón "el amor más grande del mundo
A los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis dos mujeres, una lucía pálida y la otra radiante y dormilona. en pocos meses me dejé cautivar por la sonrisa de maría josé y por el negro de su mirada fija y penetrante, fue entonces cuando empecé a amarla con locura, su carita, su sonrisa y su mirada no se apartaban ni un instante de mi pensamiento, todo se lo quería comprar, la miraba en cada niño o niña, hacía planes, todo sería para mi maría josé.
-este relato era contado a menudo por randolf, el padre de maría josé: yo también sentía gran afecto por la niña que era la razón más grande para vivir de randolf, según decía él mismo. una tarde estaba mi familia y la de randolf haciendo un picnic a la orilla de una laguna cerca de casa y la niña entabla una conversación con su papá, todos escuchábamos atentamente-
-papi, cuando cumpla quince años, ¿cuál será mi regalo?.
-pero mi amor si apenas tienes diez añitos- ¿no te parece que falta mucho para esa fecha?.
-bueno, papi, tú siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto por aquí-
La conversación se extendía y todos participamos de ella. al caer el sol regresamos a nuestras casas.
Una mañana me encontré con randolf frente al colegio donde estudiaba su hija quien ya tenía catorce años. el hombre se veía muy contento y la sonrisa no se apartaba de su rostro. con gran orgullo me mostró el registro de calificaciones de maría josé, eran otras impresionantes, ninguna bajaba de 10 y los estímulos que les habían escrito sus profesores eran realmente conmovedores, felicité al dichoso padre y le invité a un café.
María josé ocupaba todo el espacio en casa, en la mente y en el corazón de la familia, especialmente el de su padre.
Fue un domingo muy temprano cuando nos dirigíamos a misa, cuando maría josé tropezó con algo, eso creímos todos, y dio un traspié, su papá la detuvo de inmediato para que no cayera. ya instalados en nuestros asientos, vimos como maría josé fue cayendo lentamente sobre el banco y casi perdió el conocimiento. la tomé en brazos mientras su padre, buscaba un taxi y la llevamos al hospital. Allí permaneció por diez días y fue entonces cuando le informaron que su hija padecía de una grave enfermedad que afectaba seriamente su corazón, pero no era algo definitivo, que debía practicarle otras pruebas para llegar a un diagnóstico firme.
Los días iban transcurriendo, randolf renunció a su trabajo para dedicarse al cuidado de maría josé, su madre quería hacerlo pero decidieron que ella trabajaría, pues sus ingresos eran superiores a los de él.
Una mañana randolf se encontraba al lado de su hija cuando ella le preguntó:
-¿voy a morir, no es cierto?, eso te lo dijeron los médicos ¿verdad?
-no mi amor, no vas a morir, dios que es tan grande, no permitiría que pierda lo que más he amado en el mundo respondió el padre.
-¿van a algún lugar?. ¿pueden ver desde lo alto a las personas queridas?. ¿sabes si pueden volver?
-bueno hija, respondió, en verdad nadie ha regresado de allá a contar algo sobre eso, pero si yo muriera, no te dejaría sola. estando en el más allá buscaría la manera de comunicarme contigo, en última instancia utilizaría el viento para venir a verte.
-¿al viento? ¿y como lo harías papi?.
-no tengo la menor idea hija, sólo sé que si algún día muero, sentirás que estoy contigo cuando un suave viento roce tu cara y una brisa fresca bese tus mejillas.
Ese mismo día por la tarde, llamaron a randolf, el asunto era grave, su hija estaba muriendo, necesitaban un corazón pues el de ella no resistiría sino unos quince o veinte días más. ¡un corazón!. ¿de dónde saco un corazón?. lo vendían en la farmacia acaso, en el supermercado, o en una de esas grandes tiendas que hacen propaganda por radio y televisión. ¡un corazón!. ¿dónde?.
Ese mismo mes, maría josé cumpliría sus quince años. fue el viernes por la tarde cuando consiguieron un donante, las cosas iban a cambiar. el domingo por la tarde, ya maría josé estaba operada. todo salió como los médicos lo habían planeado. ¡éxito total!. sin embargo, randolf no había vuelto por el hospital y maría josé lo extrañaba muchísimo. su mamá le decía que ya que todo estaba bien y que sería el papá quien trabajaría para sostener la familia, maría josé permaneció en el hospital por quince días más, los médicos no habían querido dejarla ir hasta que su corazón estuviera firme y fuerte y así lo hicieron.
Al llegar a casa todos se sentaron en un enorme sofá y su mamá con los ojos llenos de lágrimas le entregó una carta de su padre.
María josé, mi gran amor: "al momento de leer mi carta, debes tener quince años y un corazón fuerte latiendo en tu pecho, esa fue la promesa de los médicos que te operaron. no puedes imaginarte ni remotamente cuánto lamento no estar a tu lado en este instante.
Cuando supe que ibas a morir sentí que yo también moriría contigo, y me preguntaba ¿qué podía hacer?... después de tanto pensar y sentir mil cosas dentro de mí, decidí finalmente que la mejor manera de hacer algo por ti era darle respuesta a una pregunta que me hiciste cuando tenias diez años y a la cual no respondí.
Decidí hacerte el regalo más hermoso que nadie jamás ha hecho. te regalo mi vida entera, sin condición alguna para que hagas con ella lo que creas que es mejor, sintiendo muchas cosas bellas y sabiendo que en el mundo lo más importante es que quieras vivir, ¡vive hija!. ¡¡¡¡te amo!!!!... también quiero que sepas que hoy, mañana y siempre estaré a tu lado, siempre. te amo y siempre te amaré, porque eres lo más grande y hermoso que dios me ha dado... siempre estaré contigo, siempre te amaré...
María josé lloró todo el día y toda la noche. al día siguiente, fue al cementerio y se sentó sobre la tumba de su papá, lloró como nadie lo ha hecho y susurro:
-papi ahora puedo comprender cuánto me amabas, yo también te amo aunque nunca te lo dije. por eso también comprendo la importancia de decir "te amo". y te pido perdón por haber guardado silencio"...
En ese instante las copas de los árboles se movieron levemente y cayeron algunas flores, sintió maría josé que un suave viento rozó su cara y una brisa fresca besó sus mejillas. alzó la mirada al cielo sintiendo una paz inmensa y dio gracias a dios por eso. se levantó y caminó a casa con la alegría de saber que lleva en su corazón "el amor más grande del mundo
Monday, May 23, 2011
MI CONYUGE SE QUEJA CONSTANTEMENTE!
MI CONYUGE SE QUEJA CONSTANTEMENTE!
La queja constante desarrolla un ambiente de contienda que desgasta la relación.
Cuando una persona se queja mucho, es señal de que hay algo que emocionalmente le está molestando. Muchos cónyuges tienden a manifestar sus quejas, pero no manifiestan verdaderamente sus sentimientos.
Por ejemplo, una esposa se queja constantemente con su esposo porque él llega muy tarde del trabajo todos los días. El verdadero sentimiento es que se siente sola, se siente desatendida, se siente triste. Pero lo expresa con quejas como : “estoy cansada de que llegues tarde”
Los hombres frecuentemente no entienden el lenguaje de las mujeres. Cuando ella se está quejando, solamente escuchan las palabras de queja que salen de su boca, pero no ven el sentimiento que está detrás de esa queja. La queja tiende a molestarnos y provoca enojo y por lo general los hombres no solo no comprenden el sentimiento de su esposa, sino que terminan más bien ofendiéndolas más.
Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. No juzguéis, para que no seáis juzgados, porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que medís se os medirá. ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
Debemos de tener una actitud de tolerancia y de perdón permanente. Y con esa actitud en mente, hablar con el cónyuge para expresarle el sentimiento (no la queja). O sea que si resentimos algo de nuestro cónyuge, debemos ponernos a pensar positivamente en obediencia al Señor y otorgar a nuestro cónyuge el beneficio de la duda sin juzgarle. Debemos decidir ser tolerantes, tomar con calma la ofensa del cónyuge, no reaccionar agresivamente, sino orar y decidir pensar con calma y con tolerancia.
Tenemos que decidir perdonar a nuestro cónyuge por la ofensa recibida antes de conversar con él o ella. De tal manera que cuando vayamos a conversar, ya llevemos en nuestro corazón la decisión de perdonar. De esta manera se nos hará más fácil expresar solamente el sentimiento sin quejarnos.
Cuando se expresa el sentimiento desprovisto totalmente de queja, la probabilidad de que nuestro cónyuge reaccione positivamente y nos pida perdón es mucho más alta. La ausencia de queja mantiene un ambiente sano para la comunicación del sentimiento y va a ser mejor recibido por el cónyuge.
Si tu cónyuge vuelve a caer en la misma falla que te ofende y te lastima, vuelve a perdonarle y expresarle el sentimiento tantas veces como sea necesario, pero nunca con queja. Quejándote, nunca se resuelven los problemas. En algún momento tu cónyuge recibirá una revelación de Dios por tu obediencia a su palabra.
Si tu cónyuge continúa cometiendo el mismo error que te lastima y te ofende, aún después de que se lo has hecho saber varias veces, entonces tu cónyuge tiene una fijación mental en su sistema de creencias que debe ser removido con terapia. Hablen de eso y busquen ayuda con un líder espiritual calificado en el tema.
Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO!
La queja constante desarrolla un ambiente de contienda que desgasta la relación.
Cuando una persona se queja mucho, es señal de que hay algo que emocionalmente le está molestando. Muchos cónyuges tienden a manifestar sus quejas, pero no manifiestan verdaderamente sus sentimientos.
Por ejemplo, una esposa se queja constantemente con su esposo porque él llega muy tarde del trabajo todos los días. El verdadero sentimiento es que se siente sola, se siente desatendida, se siente triste. Pero lo expresa con quejas como : “estoy cansada de que llegues tarde”
Los hombres frecuentemente no entienden el lenguaje de las mujeres. Cuando ella se está quejando, solamente escuchan las palabras de queja que salen de su boca, pero no ven el sentimiento que está detrás de esa queja. La queja tiende a molestarnos y provoca enojo y por lo general los hombres no solo no comprenden el sentimiento de su esposa, sino que terminan más bien ofendiéndolas más.
Soportaos unos a otros y perdonaos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. No juzguéis, para que no seáis juzgados, porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que medís se os medirá. ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
Debemos de tener una actitud de tolerancia y de perdón permanente. Y con esa actitud en mente, hablar con el cónyuge para expresarle el sentimiento (no la queja). O sea que si resentimos algo de nuestro cónyuge, debemos ponernos a pensar positivamente en obediencia al Señor y otorgar a nuestro cónyuge el beneficio de la duda sin juzgarle. Debemos decidir ser tolerantes, tomar con calma la ofensa del cónyuge, no reaccionar agresivamente, sino orar y decidir pensar con calma y con tolerancia.
Tenemos que decidir perdonar a nuestro cónyuge por la ofensa recibida antes de conversar con él o ella. De tal manera que cuando vayamos a conversar, ya llevemos en nuestro corazón la decisión de perdonar. De esta manera se nos hará más fácil expresar solamente el sentimiento sin quejarnos.
Cuando se expresa el sentimiento desprovisto totalmente de queja, la probabilidad de que nuestro cónyuge reaccione positivamente y nos pida perdón es mucho más alta. La ausencia de queja mantiene un ambiente sano para la comunicación del sentimiento y va a ser mejor recibido por el cónyuge.
Si tu cónyuge vuelve a caer en la misma falla que te ofende y te lastima, vuelve a perdonarle y expresarle el sentimiento tantas veces como sea necesario, pero nunca con queja. Quejándote, nunca se resuelven los problemas. En algún momento tu cónyuge recibirá una revelación de Dios por tu obediencia a su palabra.
Si tu cónyuge continúa cometiendo el mismo error que te lastima y te ofende, aún después de que se lo has hecho saber varias veces, entonces tu cónyuge tiene una fijación mental en su sistema de creencias que debe ser removido con terapia. Hablen de eso y busquen ayuda con un líder espiritual calificado en el tema.
Tú matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO!
Friday, May 20, 2011
Solo tengo 17 años
El día de mi muerte fue tan común como cualquier otro día de mis estudios escolares. Hubiera sido mejor que me hubiera regresado como siempre en el autobús, pero me molestaba el tiempo que tardaba en llegar a casa.
Recuerdo la mentira que le conté a mamá para que me prestara su automóvil; entre los muchos ruegos y súplicas, dije que todas mis amigas manejaban y que consideraría como un favor especial si me lo prestaba.
Cuando sonó la campana de las 2:30 de la tarde para salir de clases, tiré los libros al pupitre porque estaría libre hasta el otro día a las 8:40 de la mañana.
Corrí eufórica al estacionamiento a recoger el auto, pensando sólo en que iba a manejar a mi libre antojo.
¿Cómo sucedió el accidente?, eso no importa.
Iba corriendo con exceso de velocidad me sentía libre y gozosa disfrutando del correr del auto.
Lo último que recuerdo es que rebasé a una anciana, pues me desesperó su forma tan lenta de manejar.
Oí el ensordecedor ruido del choque y sentí un tremendo sacudimiento. Volaron fierros y pedazos de vidrio por todas partes, sentía que mi cuerpo se volteaba al revés y escuché mi propio grito.
De repente desperté, todo estaba muy quieto y un policía estaba parado junto a mí, también vi un doctor.
Mi cuerpo estaba destrozado y ensangrentado, con pedazos de vidrio encajados por todas partes; cosa rara, no sentía ningún dolor.
¡Hey, no me cubran la cabeza con esta sábana! no estoy muerta. Sólo tengo 17 años, además tengo una cita por la noche, tengo que crecer y gozar una vida encantadora, ¡no puedo estar muerta!
Después me metieron en una gaveta. Mis padres tuvieron que identificarme, lo que más me apenaba es que me vieran así, hecha añicos.
Me impresionaron los ojos de mamá cuando tuvo que enfrentarse a la más terrible experiencia de su vida. Papá envejeció de repente cuando le dijo al encargado del anfiteatro: "Sí, ése es mi hijo".
El funeral fue una experiencia macabra; vi a todos mis parientes y amigos acercarse a la caja mortuoria; uno a uno fueron pasando con los ojos entristecidos.
Algunos de mis amigos lloraban, otros me tocaban las manos y sollozaban al alejarse.
¡Por favor, que alguien me despierte! Sáquenme de aquí, no aguanto ver inconsolables a papá y mamá; la aflicción de mis abuelos apenas les permite andar; mis hermanas y hermanos parecen muñecos de trapo.
Pareciera que todos están en trance, nadie quiere creerlo; ni yo misma.
¡Por favor, no me pongan en esa fosa! Te prometo, Dios mío, que si me das otra oportunidad seré la más cuidadosa del mundo, sólo quiero otra oportunidad más.
¡Por favor, Dios Mío, sólo tengo 17 años!
Recuerdo la mentira que le conté a mamá para que me prestara su automóvil; entre los muchos ruegos y súplicas, dije que todas mis amigas manejaban y que consideraría como un favor especial si me lo prestaba.
Cuando sonó la campana de las 2:30 de la tarde para salir de clases, tiré los libros al pupitre porque estaría libre hasta el otro día a las 8:40 de la mañana.
Corrí eufórica al estacionamiento a recoger el auto, pensando sólo en que iba a manejar a mi libre antojo.
¿Cómo sucedió el accidente?, eso no importa.
Iba corriendo con exceso de velocidad me sentía libre y gozosa disfrutando del correr del auto.
Lo último que recuerdo es que rebasé a una anciana, pues me desesperó su forma tan lenta de manejar.
Oí el ensordecedor ruido del choque y sentí un tremendo sacudimiento. Volaron fierros y pedazos de vidrio por todas partes, sentía que mi cuerpo se volteaba al revés y escuché mi propio grito.
De repente desperté, todo estaba muy quieto y un policía estaba parado junto a mí, también vi un doctor.
Mi cuerpo estaba destrozado y ensangrentado, con pedazos de vidrio encajados por todas partes; cosa rara, no sentía ningún dolor.
¡Hey, no me cubran la cabeza con esta sábana! no estoy muerta. Sólo tengo 17 años, además tengo una cita por la noche, tengo que crecer y gozar una vida encantadora, ¡no puedo estar muerta!
Después me metieron en una gaveta. Mis padres tuvieron que identificarme, lo que más me apenaba es que me vieran así, hecha añicos.
Me impresionaron los ojos de mamá cuando tuvo que enfrentarse a la más terrible experiencia de su vida. Papá envejeció de repente cuando le dijo al encargado del anfiteatro: "Sí, ése es mi hijo".
El funeral fue una experiencia macabra; vi a todos mis parientes y amigos acercarse a la caja mortuoria; uno a uno fueron pasando con los ojos entristecidos.
Algunos de mis amigos lloraban, otros me tocaban las manos y sollozaban al alejarse.
¡Por favor, que alguien me despierte! Sáquenme de aquí, no aguanto ver inconsolables a papá y mamá; la aflicción de mis abuelos apenas les permite andar; mis hermanas y hermanos parecen muñecos de trapo.
Pareciera que todos están en trance, nadie quiere creerlo; ni yo misma.
¡Por favor, no me pongan en esa fosa! Te prometo, Dios mío, que si me das otra oportunidad seré la más cuidadosa del mundo, sólo quiero otra oportunidad más.
¡Por favor, Dios Mío, sólo tengo 17 años!
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