El haber escuchado cientos de testimonios me permite saber que uno de los temas más difícil en un conflicto de relaciones interpersonales es perdonar al otro.
Hablo constantemente con mujeres y hombre que interrumpieron su relación hace años y continúan recriminando comportamientos de su ex pareja.
El tiempo, el correr de los años no borra las ofensas, el llegar a un entendimiento o acuerdo económico no cierra las heridas.
El poder conversar sobre temas de los hijos no produce sanidad de nuestras emociones dañadas por el abandono, la infidelidad o cualquier otro motivo que provoco la ruptura de un matrimonio.
¿Como evitamos esto entonces? ¿Qué habría que hacer para perdonar?
Un excelente método es el revisar minuciosamente y sin temor cada uno de nuestros defectos de carácter.
Hacer una lista por escrito y revisar como está nuestra ira, fidelidad, celos, egoísmo, paciencia, etc.
Y cuando nombro la fidelidad, no solo me refiero a la física, también a nuestros principios, a nuestros compromisos.
O sea fijarnos más en nosotros mismos. A veces, el pensar tanto en los defectos de la otra persona provoca que olvidemos como realmente somos.
Cuando relea la lista y encuentre sus mentiras, sus enojos, sus chismes y todos sus actos no agradables a Dios; podrá darse cuenta que a pesar de cómo usted es, Dios le ama y perdona.
Pensó alguna vez que Dios ama profundamente a la persona que lo perjudico. Sí, sí, es verdad porque Dios ama a todos.
Entonces dígame: ¿cómo puede continuar sin regalarle su perdón?
Si no se perdonó a la persona que nos daño sigue atado a esa persona y ella va a continuar controlando su vida.
La amargura que provoca la falta de perdón le hace perder la gracia de Dios, le estorba y molesta a todo su entorno.
¿Entonces como hacemos? Miré al otro a través de los ojos de Jesús, confié en que Dios hará justicia, perdónelo y deje que Dios se encargue de lo que a usted le hicieron.
El perdonar no significa que el otro tenía razón, ni que se salió con la suya, ni que debe volver a confiar en él o ella; significa que está en obediencia a Dios y le ha entregado a ÉL la situación.
Para finalizar, te propongo que a lo largo de esta semana recuerdes ESTO “No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes”.
yo realmente almiro tu talento y la duresa con las que escribes estas palabras sabes el punto de la debilidad de los hombres y en que enfocarnos y no en las devilidades.que dia a dia nos atormentan.yo prinsipalmente soy uns persona que trabajo dia a dia para darle lo mejor no alo que me rodea prinsipalmente si no a dios, mi odjetivo es el y pienso que asi sera mas fasil ganarme a los demas......es dificil muy dificil pero no imposible mientras pongamos a dios de pormedio..
ReplyDeleteEs verdad es duro perdonar ,pero debemos de hacerlo de corazòn para estar en paz con DIOS y con nosotros mismos ,màs duelen las palabras u ofensas dichas por seres que tu realmente amas y nunca esperaste eso de ellos ,pensar que rien contigo pero que de repente te das vuelta y critican lo ùltimo tuyo ....yo se lo he dejado a DIOS y gracias por tus palabras sabias
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